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miércoles, febrero 03, 2016

SANTO TORIBIO ALFONSO MOGROVEJO EN LA SALA CAPITULAR DE LA CATEDRAL DE LIMA

Retrato y leyenda de Santo Toribio en sala capitular de la Catedral de Lima
En la Sala capitular figura su retrato en compañía del retrato de todos los arzobispos; su retrato lleva una hermosa leyenda alrededor que lo dice todo: " Fue muy limosnero, sin reservarse ni aun su camisa, obispo de Lima y padre de pobres". Su retrato fue hecho por el clérigo pintor Juan Bautista Planeta en 1635, por encargo del Cabildo, y para enviarlo al Papa. El texto parece que fue preparado, al igual que el de los prelados restantes, por el presbítero Matías Maestro. 
(Foto gentileza de Fernando López, director del Museo de la Catedral de Lima)


El Santo e Ilustrísimo Sr. D. D. Toribio Alfonso Mogrovejo, segundo arzobispo

Mayorga, villa del obispado de León vio nacer a Santo Toribio en 1538.

Estudió hasta graduarse de Bachiller en Cánones y Leyes en Valladolid. Pasó a ser Colegial mayor de San Salvador de Oviedo en Salamanca. Desde allí peregrinó a pie a Compostela por visitar el cuerpo de Santiago.

Salió de Inquisidor de Granda en 1575. Presentado para Arzobispo de lima en 1578, se ordenó el año siguiente y fue consagrado en Sevilla en el año 1580.

Entró a  pie en Lima en 24 de Mayo de 1581. Celebró tres concilios provinciales y trece sínodos diocesanos. Fundó el Colegio Seminario de su Nombre y el Monasterio de Religiosas Franciscas de Santa Clara. Visitó tres veces su dilatadísima diócesis.

Confirmó más de un millón de almas y entre ellas tuvo la gloria de conferirle el sacramento de fortaleza a la Rosa de Lima. Preciaba y catequizaba todos los domingos y fiestas del año en las puertas de sus iglesias.

Obtuvo el don de lenguas, fu muy limosnero, sin reservarse ni aun su camina. Jamás omitió la Misa y el Oficio Divino en que alguna vez tuvo la dicha de alternar con los ángeles. No perdió la gracia bautismal. Su rostro despedía rayos de luz. Su mortificación extremada.

Predijo su muerte acaecida en la villa de Saña el Jueves Santo 23 de marzo de 1606. Falleció en una cama que ya había dado a los pobres a los 68 años de su vida y cerca de 25 de su gobierno.

Sus virtudes heroicas lo han colocado de la clase de los santos. Beatificado en 1679 por Inocencio XI y solemnemente canonizado por Benedicto XIII en 1726. 

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