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viernes, marzo 05, 2021

LEVILLIER, UNAMUNO Y SANTO TORIBIO MOGROVEJO


LEVILLIER, UNAMUNO Y SANTO TORIBIO MOGROVEJO

De modo casual, visitando la Casa-Museo Unamuno me encontré con estas dos cartas del gran americanista Roberto Levillier a mi admirado don Miguel, con la sorpresa de estar Santo Toribio Mogrovejo en el medio. Como pueden ver, el gran Levillier estaba en El Escorial culminando la semblanza acerca de Santo Toribio para su obra clásica Organización de la iglesia y órdenes religiosas en el Virreinato del Perú en el siglo XVI" Documentos del Archivo de Indias. (Prólogo P. Pablo Pastells, Sevilla, 1919) y le solicitó a Unamuno su ayuda para tomar foto al cuadro toribiano del Museo Provincial; en la segunda carta agradece el envío y le pide una foto profesional. https://gredos.usal.es/handle/10366/20923

Se constata el grado de amistad entre los dos intelectuales, así como las interesantes comparaciones de Levillier entre el jurista Matienzo y Unamuno, así como el excelente concepto por santo Toribio al que califica de santo apóstol valiente entregado al servicio de los indios. Adjunto dos textos seleccionados de la semblanza toribiana.

Carta del escritor y diplomático argentino Roberto Levillier a Miguel de Unamuno informándole que se encuentra en el Escorial (Madrid) porque está realizando un trabajo sobre el Arzobispo de Lima (Santo Toribio Mogrovejo), para una de sus publicaciones históricas acerca del establecimiento de la iglesia en América en el siglo XVI. Le pide un retrato de este hombre para completar su monografía y preguntándole si recibió su libro "La Audiencia de Charcas".

EMBAJADA ARGENTINA

MADRID, 26 febrero 1920

Mi muy querido amigo:

Me encuentro desde unos días en El Escorial, abstraído por un trabajo sobre el Arzobispo de Lima, Santo Toribio Mogrovejo para una de mis publicaciones históricas acerca del establecimiento de la Iglesia en América en el siglo XVI.

Leo en Antonio León Pinelo, en la vida que trazó del Santo, que, en el colegio mayor de San Salvador de Oviedo, en Salamanca, se había encontrado un arca de pinturas entre las cuales, una era su retrato puesto de rodillas y San Bernardo poniéndole la beca. Para completar la monografía, necesito un retrato o un grabado de Don Toribio. ¿Sabe Ud. Algo del retrato que menciona León Pinelo? ¿No estará en Salamanca? Mucho le agradeceré quiera informarme de lo que sepa o descubra de esto o de cualquier otro.

¿Recibió Ud. mi último libro sobre la Audiencia de Charcas con el estudio acerca del Oidor Juan Matienzo? Encuentro entre ese vallisoletano y Usted muchos puntos de contacto.

Con el afecto de siempre, le abraza su devoto amigo y admirador

Levillier

¿Y el viaje a América? ¿Será verdad? O ¿Será nivola?

Cumpla contestarme a Madrid pues salgo mañana para asistir a la canonización universitaria de Don Avelino Gutiérrez, Presidente de la Asociación Cultural Española de Buenos Aires. La Universidad

Carta del escritor y diplomático argentino Roberto Levillier a Miguel de Unamuno agradeciéndole los datos y la fotografía que le envía de Santo Toribio.

Querido y admirado amigo. Muchísimas gracias por su gentil, aunque en trozos, aunque cartita y los datos que me da acerca de santo Toribio.

Si Usted no me hace una visita, yo he de hacerla seguramente antes de poco y hemos de charlar largo acerca de ese asunto penoso que contraría sus movimientos y ver forma de su viaje a Buenos Aires por ahora

Matienzo, invariablemente no es igual a Usted, no tiene ese privilegio, pero en carácter tienen numerosas analogías que le señalaré cuando tenga el gusto de verle.

Respecto a Santo Toribio me ha de servir muy bien el retrato del Museo Provincial que se encuentra en Salamanca.

¿Quiere Usted hacerme el favor de pedirle a un fotógrafo que me saque una foto 18x24 para reproducir ¡y me mande una prueba con la cuenta, Alarcón 110, Madrid. Se lo agradeceré vivamente.

La figura de Santo Toribio es bellísima, moral y espiritualmente considerada. Era un apóstol y maravilla su valentía para andar entre los indios y los peligros, como su […] Para consolar y fortalecer los ánimos caídos. Hoy, hay, […] y yo le llamarían santo dentro de la interpretación moderna de ese vocablo.

Con afecto le abraza su siempre amigo Levillier

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Roberto Levillier Santo Toribio Alfonso Mogrovejo Arzobispo De Los Reyes (1581 -1606) Organizador de la Iglesia en el Virreinato del Perú (Madrid, Sucesores De Rivadeneyra, 1920 (https://archive.org/details/santotoribioalfo00levi/page/n7/mode/2up)

"De las hojas unidas bajo el título tan apacible de «Organización de la Iglesia y Órdenes Religiosas en el Virreinato del Perú, en el siglo XVI» sur- gen discordias terribles repetidas a través del tiempo por las mismas causas morales y jurídicas. La síntesis de ellas esclarecerá para el lector la noción del ambiente en que Santo Toribio Mogrovejo, Arzobispo de los Reyes, objeto de esta monografía, vióse precisado a actuar, antes de que entremos a describir su obra evangelizadora y la parte activa que tomó en defensa de los fueros de la Iglesia contra Virreyes, Audiencias, Órdenes religiosas y Clero inferior" p.4

. "Era esta noble figura de Arzobispo digna de las muchas que honraron en el siglo XVI a la Iglesia y a España en el antiguo Virreinato del Perú. Fue un siglo excepcional. Santo Toribio Mogrovejo, San Francisco Solano, Padres Valverde, Bolaños, Barzana, Acosta, Ovalle, Barrios, Porres y Rivadeneyra, son espíritus apostólicos que la cruzada de reducción de indios y la marcha abnegada tras de los conquistadores lleva- ron a un heroísmo inigualado después en el nuevo ambiente de trabajo creado por ellos. Unos predicaron y no administraron distritos; otros, como Jerónimo de Loaysa, que precedió a Santo Toribio, fueron Arzobispos en sentido estrecho y redujeron su ministerio a la estricta observancia de sus deberes, sin iniciativas ni celosos empeños. Pero suya fue la bondad paternal del pastor. Y por sobre las opresiones del interés, de las violencias guerreras y de las discordias internas, apareció y elevóse su figura como la de un blanco apóstol irreal. Por la constancia con que durante veinticinco años llevó alivio, so- portando sacrificios, a miles de seres miserables, ansiosos de protección afectuosa, elevó su misión a la altura de lo que hoy, ampliando el concepto canónico, entendemos por santidad, o sea la absorción desinteresada del ser en una gran obra de inteligente y eficaz piedad" (pp.32-33)

 

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