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jueves, abril 11, 2024

MISA FIESTA SANTO TORIBIO, MADRID, 2024. P. Isidro de la Viuda Diez, OSA

 

MISA EN HONOR DE NUESTRO GLORIOSO

SANTO TORIBIO ALFONSO DE MOGROVEJO

Domingo 21 de abril de 2024

12:00 h (12 del mediodía)

Iglesia de las MM. Concepcionistas de La Latina (c/ Toledo, 52, Madrid)

DEVOTOS TODOS DE SANTO TORIBIO ALFONSO DE

MOGROVEJO

LOS FRUTOS DEL APOSTOLADO DE SANTO TORIBIO

Nació en Mayorga (Valladolid-España) en 1538, Santo Toribio fue declarado con justicia, patrono del Episcopado Iberoamericano por San Juan Pablo II, el 10 de mayo de 1983. Los indios le tenían gran amor de hijos y por ello no saben llamarle más que «Padre santo» y cuando después de bendecirlos se despedía de ellos para ir a otro pueblo, los indios lloraban como si se les ausentase su verdadero padre. Y es que realmente lo era, parafraseando a San Pablo: «porque maestros en la fe cristiana podréis tenerlos a millares, pero padres, no; he sido yo quien os he engendrado para la fe». De otro lado era un hombre de una gran caridad. De su propio peculio financió escuelas, hospitales, templos y nuevas doctrinas. Todo lo regalaba y vivía en gran austeridad y pobreza.

A los 68 años Santo Toribio cayó enfermo en Pacasmayo (norte de Lima). Murió en Zaña el 23 de marzo de 1606. Y luego de recibir la Unción de los enfermos, en Jueves Santo, día de su muerte, pide al prior agustino que tañese el arpa y rezó: «A ti, Señor, me acojo…En tus manos encomiendo mi espíritu». El «Protector de los indígenas», fue un infatigable misionero y organizador de la Iglesia en el Perú.

Entre las disposiciones y frutos más notables de Santo Toribio están los siguientes:

1.    La defensa y el cuidado de los indios, para protegerlos de cualquier abuso o explotación y promoverlos humanamente.

2.   La obligación del uso de la lengua indígena en la catequesis y la predicación.

3.     El Catecismo trilingüe (en castellano, quechua y aymará), conocido como el Catecismo de Santo Toribio, con el cual se logró unificar la enseñanza a los indios en casi toda Hispanoamérica.

4.                      Las Visitas Pastorales. Estas son urgidas con gran firmeza como deber canónico, con el fin de que el Pastor conozca a sus ovejas y éste sea conocido por ellas.

5.                      La Dignificación del Clero, su adecuada formación doctrinal y pastoral para una conveniente evangelización y vida de santidad sacerdotal.

6.         La Liturgia, que ha de celebrarse con gran esplendor, música y ceremonia, pues «esta nación de indios se atraen y provocan sobremanera al conocimiento y veneración del Sumo Dios con las ceremonias exteriores y aparato del culto divino».

7.      Los Seminarios. El Concilio Limense impulsa la creación de Seminarios siguiendo las disposiciones de Trento, cuidando la elección y la formación de los candidatos al sacerdocio. Santo Toribio funda el Seminario de Lima, que hoy lleva su nombre, uno de los primeros de América en aplicar el modelo de Trento.

8.      El Número de Sacerdotes. El II Concilio Limense había denunciado el hecho que muchas veces un sacerdote tiene a su cargo a innumerables indios y establece que debe haber un sacerdote por cada 1.300 almas de confesión. En una de sus cartas al Rey, Santo Toribio le informa cómo «no perdió el tiempo»: Trece sínodos diocesanos, tres concilios provinciales, el Catecismo trilingüe y las visitas pastorales, en las que llegó a cada pueblo de su dilatada diócesis recorriendo más de cuarenta mil kilómetros.

Santo Toribio fue beatificado por el Papa Inocencio XI en 1679 y canonizado por Benedicto XIII en 1726.

Como otro Cristo, Santo Toribio se hizo servidor de todos apostando por un mundo de verdad, libertad y hermandad. Su vida en la acción pastoral fructificó en santos como Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres.

Que Santo Toribio de Mogrovejo sea nuestro modelo en nuestro trabajo evangelizador y misionero según la propia vocación y misión, y nuestro intercesor ante Dios para que podamos estar siempre a la altura de lo que Dios espera de nosotros y de lo que la Iglesia necesita.

El consiliario P. Isidro de la Viuda Diez, Agustino


HIMNO a SANTO TORIBIO A. MOGROVEJO

 Brillante sol de América del Sur

Mayorga fue La Cuna de tu luz.

Dos mundos pues    tu lumbre recorrió

la misma fe que fulguró en la Cruz.

 Ángel de Paz nacido en nuestro suelo.

Tu corazón es nuestro corazón.

La sangre Real que corre por tus venas,

aquí brotó mágico raudal.

 Toribio singular pastor celoso de tu grey

las almas a salvar en nombre vas de Cristo Rey.

 América te vio cruzar su vasta inmensidad,

y al eco de tu voz un nuevo mundo vio la paz

 Vuelve ya tu hermoso corazón 

a este pueblo que te dio la vida 

y que implora con su fe rendida

tu amorosa y Santa Bendición.

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