ARA DE ALTAR EN QUE CELEBRÓ MISA SANTO TORIBIO
Uno de los días del mes de agosto del 2000, con ocasión de preparar uno de los muchos actos jubilares, apareció entre los objetos custodiados en la Catedral una singular reliquia vinculada con Santo Toribio. La preciada reliquia corresponde al ara del altar sobre la que celebró muchas veces la Santa Misa el segundo arzobispo de Lima, Santo Toribio Alfonso Mogrovejo. Desde el cristianismo primitivo había diversos tipos de altares: fijo adosado, fijo arcosolio y portátiles. Este último correspondía a una piedra llamada ara, cuadrilátera, capaz de contener el cáliz y la hostia y puede ser trasladada de una parte a otra.
Precisa su primer biógrafo A. León Pinelo el esmerado cuidado puesto en atender las iglesias: "Y en muchas de españoles puso sagrarios que no los había y en algunas de indios en que le parecía que había seguridad y posibilidad para sustentar lámparas y estar con decencia" (Vida 1906, p.70).
Tal hecho se confirma en el Diario de la Visita:
[70v]El pueblo de Contumasa visitó el dicho Licenciado Martín Vásquez y halló haber 151 indios tributarios y 110 reservados y 782 de confesión y ánimas 914. Es cura de este pueblo y de el de arriba el Padre Fray Diego de Madrigal de la orden de (en blanco),
[71] tiene el hospital de este pueblo 30 cabezas de ganado; tiene de sínodo 270 pesos ensayados, lo cual pareció por la revisita. Cuando Su Señoría visitó este pueblo que fue por 25 de enero de 97 años, consagró en él 48 aras y confirmó la gente que va declarada.
Sabemos por propio testimonio del Presbítero Matías Maestro que en 1770 llegó a sus manos "por rara casualidad" y que fue llevada a Madrid por el Excmo. Sr. Arzobispo de Lima Bartolomé de las Heras. A la muerte del Prelado en el convento de la Trinidad de Madrid, el 22 de enero de 1822, pasó a manos de D. Juan Manuel Goyeneche, Conde de Guaqui, quien la envió a su hermano, el Sr. D. José Sebastián de Goyeneche, obispo de Arequipa.
Éste es el texto completo que figura en una tablilla cubierta con basta tela:
En esta Santa Ara, según tradición bien fundada, y antigua, dijo muchas veces Misa el Señor Santo Toribio y por esta moralidad tan recomendable es del mayor aprecio esta recomendable alhaja, que vino a mi poder por una rara causalidad. Año de 1770. Matías Maestro.
Esta ara la trajo a Madrid el Excmo. Sr. D. Bartolomé de las Heras, arzobispo de Lima, que murió en el convento de la Trinidad en 27 de enero de 1822, dejando por su testamentario al Excmo. Sr. Conde de Guaqui, Teniente General de los Reales Ejércitos y este la envió al Excmo. Sr. D. José Sebastián de Goyeneche, obispo de Arequipa su hermano.
Por testimonio del Deán de la Catedral de Arequipa, Doctor Juan Gualberto Valdivia, 29 de mayo de 1844, sabemos que el Arzobispo Goyeneche tenía en la Ciudad Blanca una casulla [hoy en la Capilla de Santo Toribio de esta Catedral de Lima] y el pectoral de Santo Toribio. Así pude verlo con sorpresa en la Biblioteca del Convento de La Merced de Arequipa. Como se sabe, el célebre Deán profesó en esta orden en 1816 y se exclaustró en 1826, llevando una dinámica existencia en el mundo de la política, la educación y la iglesia. Uno de los libros de su pertenencia y donado al convento en el que vivió una década es El Sol del Nuevo Mundo. Ideado y compuesto en las esclarecidas operaciones del Bienaventurado Toribio, Arzobispo de Lima escrito por el Dr. D. Fco. Antonio de Montalvo. Roma, Imprenta de A. Bernuevo, 1683. Pues bien, tal como era su costumbre, en la primera página figura este texto manuscrito comentario personal:
"Obra muy importante que debe leerla todo peruano, especialmente literato. Arequipa, 29 de mayo de 1844. Del Doctor Juan Gualberto Valdivia, presbítero. Aviso. El Obispo Goyeneche tiene, y yo he visto, una casulla de Santo Toribio y su pectoral que de España se las mandó el Ilmo. Sr. Goyeneche, que había sido albacea del [sic] Heras, quien como arzobispo se había llevado de Lima esas reliquias. Dr. Valdivia."
En este mismo convento se guarda una detallada carta del Conde de Guaqui, Juan Manuel Goyeneche, hombre fuerte y de la máxima confianza del Virrey Abascal, quien, desde Madrid, el 29 de noviembre de 1824, escribe a su hermano José Sebastián Goyeneche (40 años obispo de Arequipa y durante 11, arzobispo de Lima) donde, entre muchas noticias, le indica que
"también te llevará la Esposa y Pectoral de Santo Toribio, con una buena cadena de oro que yo le he puesto; irá en su cajita de poco volumen y queda aún el ara y casulla que son de volumen e irán en otra ocasión, así como los tulipanes de brillantes de Mariquita que aguardo el resultado entre Bolívar y Canterac para enviarlos y los llevará Valle que está nombrado Comandante del Resguardo de Lima".
Al ser nombrado José Sebastián, Arzobispo de Lima, trajo consigo las preciadas reliquias a la Ciudad de los Reyes y a su muerte pasaron a sus sobrinos, los cuales las donaron al Cabildo Catedralicio; así figura en las cartas adjuntas de Mons. M. Tovar y Juan M. de Goyeneche y Gamio, en el Archivo de la Catedral de Lima, Sección "Correspondencia, XIII, 1897-1900":
Reliquias de Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo. Carta de Mons. Tovar, arzobispo de Lima, dirigida al Deán de la Catedral
Lima, diciembre 11 de 1899
Ilmo. Señor Deán y V. Capítulo Metropolitano:
Tengo la satisfacción de ofrecer al Venerable Capítulo Metropolitano dos preciosas reliquias de mi gloriosos Predecesor Santo Toribio A. de Mogrovejo para que las conserve perfectamente y disponga que sean colocadas y custodiadas en la forma que estime más decorosa y conveniente.
Estas reliquias son: una piedra consagrada y un ornamento rojo de uso y propiedad del Santo Arzobispo como se comprueba por una venerable y constante tradición confirmada por el oficio que se sirvió dirigirme el Excmo. Sr. Ministro del Perú ante la Santa Sede que acompaño original para que se converse en el archivo de esta Santa Iglesia.
Me es grato con este motivo renovar a Usted y al V. Capítulo el testimonio de mi distinguida consideración. Dios guíe a Vuestra Ilustrísima
+ Manuel, Arzobispo de Lima
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París: julio 31 de 1899
Al Ilmo. y Rvdo. Sr. Dr. D. Manuel Tovar, Arzobispo de Lima:
Ilmo. y Rev. Señor:
Mis hermanos Doña Carmen, doña María Josefa, don José Sebastián y yo, heredamos de nuestro difunto tío el Excmo. e Ilmo. Sr. Dr. D. José Sebastián Goyeneche y Barreda una casulla de terciopelo colorado y el ara con que Santo Toribio de Mogrovejo celebraba el Santo Sacrificio de la Misa, hemos decidido hacer ofrenda de estos objetos sagrados a la catedral de Lima para que se conserven en ella como recuerdo de nuestro citado, amadísimo tío, y cesión nuestra a la Iglesia Metropolitana que por tantos años gobernó como arzobispo de ella y hoy V.Y. R. rige tan dignamente.
La autenticidad de esas venerables reliquias consta de los papeles y cesión que de ellas hizo al entonces obispo de Arequipa, su hermano y nuestro tío, el General de los Ejércitos españoles Don. José Manuel de Goyeneche, Conde de Guaqui, quien las compró en Madrid de la testamentaría del Ilmo. Sr. Dr. Bartolomé de las Heras, último arzobispo que fue del virreinato del Perú.
Al ofrecerlas hoy nosotros a esa catedral en las que floreció el gran santo que la iglesia universal venera en los altares y es con Santa Rosa la gloria más pura del Perú, creemos que V.Y.R. tendrá grandísima satisfacción al recibir joyas como ésta de tan inapreciable mérito y valor para que se guarden y custodien perpetuamente en su catedral a la vista y veneración de los fieles.
Dígnese V.Y.V. concedernos su sagrada bendición y aceptar las respetuosas consideraciones con las que a nombre de mis hermanos y al mío, tengo el alto honor de suscribirme de V.Y.R. su atento amigo y humilde servidor, que B.S.S.M.
Juan M. de Goyeneche y Gamio. (Contestado en París, el 1 de agosto de 1899)"
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