Inolvidable la primera exposición iconográfica de Valladolid, en 1988, que dio inicio a la arriesgada y profética propuesta de "Las Edades del Hombre". Desde entonces pasan de 20 las exposiciones de arte religioso en diversos puntos de la geografía nacional e internacional, destacando por su interés las celebradas en la propia Castilla y León, territorio que posee el 50 % del patrimonio religioso de España. La catedral de la Almudena en Madrid, Amberes y Nueva York también han acogido tres muestras extraordinarias en este tiempo.
La idea de realizar estas exposiciones se gestó durante un encuentro en la localidad vallisoletana de Alcazarén del escritorJosé Jiménez Lozano y el sacerdote de Valladolid José Velicia, siempre animados por don José Delicado Baeza, arzobispo. Las consideradas primeras Edades del Hombre se realizaron en la iglesia de Santiago Apóstol de Alcazarén, con una pequeña exposición de pinturas sacras. Más adelante, y con el apoyo de entidades importantes, se llevó a cabo la primera exposición conocida entre el público, en Valladolid. Yo pude escribir un significativo artículo titulado "Hasta aquí llegó la cola" ante la multitudinaria asistencia.
Edades del Hombre 2016. AQVA
Se dice que Zamora es tierra de pan y de vino, tierra diferenciada de este a oeste por el río Duero. A la zona norte se le llama "Tierra del Pan", a la situada al sur, "Tierra del Vino". Ambos elementos, pan y vino, definen a Zamora y a los zamoranos. Es el río Duero quien traza de forma natural la referida división. Una línea viva marcada por sus aguas mientras camina decidida, atravesando Toro y Zamora, camino a Portugal. El pan y el vino ya fueron tratados en la exposición Eucharistia, celebrada en Aranda de Duero (Burgos), en 2014.
El agua además de ser un bien natural no exento de contradicción, lo es también cultural y símbolo cargado de religiosidad cuyas manifestaciones se insertan en el patrimonio intangible de nuestro pueblo. Por esta razón, y dada la riqueza antropológica, bíblica, eclesiológica y sacramental que contiene este elemento natural, como es puesto de manifiesto en la Carta Encíclica "Laudato si", del Papa Francisco, Las Edades del Hombre dedican su XXI edición, Toro 2016, al agua: AQVA.
Como en las ediciones anteriores, la muestra se nutre de obras muy selectas pertenecientes al patrimonio histórico-artístico español, fundamentalmente de Castilla y León, con firmas de la categoría de Pedro Berruguete, Francisco de Zurbarán, Juan de Juni, Gregorio Fernández y Luis Salvador Carmona. También hay una presencia significativa de artistas contemporáneos entre los que pueden citarse a Antonio López y Carmen Laffón.
La exposición se articula en seis capítulos. En la Colegiata de Santa María la Mayor los cuatro primeros:
I. Agua de vida
El agua es tratada desde las perspectivas natural y antropológica, con su referencia en la mitología clásica, su servicio en la limpieza corporal, los recursos hidrológicos, la ingeniería hidráulica, los recipientes domésticos de barro y cristal para contenerla y beberla, etc.
II. Preparando caminos
Se muestra el agua en la creación y en la historia de la salvación, desde los orígenes hasta la figura de Juan Bautista, el Precursor. Siguiendo cronológicamente los textos bíblicos, se van mostrando acontecimientos y personajes del Antiguo Testamento, a través de los cuales Dios fue anunciando de forma progresiva su voluntad salvífica y el significado de la gracia del bautismo.
III. Los cielos se abrieron
Se aborda la excelsa figura de San Juan Bautista. Con él se cierra el ciclo profético del Antiguo Testamento, actualizándoselo, y se abren los tiempos mesiánicos, pues el Salvador estaba ya próximo, llegaba tras él.
IV. Cristo, fuente de agua viva
Se centra en la relación de Cristo con el agua durante su vida terrena, pasando por su infancia, su ministerio público y su misterio pascual. En él se recogen, entre otros, temas como la vocación de los primeros discípulos junto al mar de Galilea, las bodas de Caná, el encuentro con la samaritana en el pozo de Sicar, la curación de un enfermo en la piscina de Betesda, el lavatorio de los pies, el lavatorio de Pilato, el Calvario, etc.
En la Iglesia del Santo Sepulcro, los otros dos capítulos:
V. El bautismo que nos salva
Este capítulo está dedicado al sacramento del bautismo y a los objetos usados en su celebración litúrgica. Por derivación, también a los objetos relacionados con el agua bendita.
VI. Renacidos por el agua y el espíritu
Se concluye con los santos, hombres y mujeres que, nacido de nuevo por el agua y el espíritu, han sido un fiel testimonio de su vinculación existencial a Cristo, a quien se unieron íntimamente por el sacramento del bautismo. Y más concretamente aquellos santos cuya biografía o patronazgo están relacionados con el agua
SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO
Con sorpresa entrañable me encontré con el lienzo atribuido al pintor Senén Vila, del siglo XVII (1649-1707), afincado en Murcia y que proviene de la Ermita del Santo de Mayorga (Valladolid). El motivo iconográfico se refiere al milagro del santo arzobispo en su visita por San Luis de Macate, hoy de la diócesis de Chimbote, y que lo presenta como nuevo Moisés que hace brotar agua para calmar la sed y la sequía de los indios. El lienzo muestra el altar improvisado mediante la cruz de madera sujetado por uno de los fieles; abajo, las rocas de las que brota el agua para llenar las escudillas de los indios. Destacan en el grupo indígena los naturales con exóticos tocados de plumas en sus cabezas. El contenido del cuadro tiene relación directa con la pacificación obrada por el Prelado que dejó a los indios "extasiados, aficionados a los rayos de luz que vieron salir de su rostro" –como cuenta uno de los testigos que depuso en el proceso de canonización, Ambrosio de la Serna. Abajo figura el Catecismo del Tercer Concilio Limense.
*Más información en el archivo adjunto y en la web de la Fundación Las Edades del Hombre http://aqva.lasedades.es/
P.D. Les adjunto la imagen y el texto del formidable CATÁLOGO editado
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