Santo Toribio Mogrovejo: obispo y reformador
Salamanca, 27 de abril 2017
José Antonio Benito Rodríguez.
Universidad Católica Sedes Sapientiae, Lima (Perú)
Santo Toribio en el Museo provincial de Salamanca, dependiente de la Consejería de Cultura y Turismo, destacó de su colección permanente, como 'Pieza del Mes' de agosto en el 2015 una presentación titulada 'Toribio de Mogrovejo: colegial, jurista, inquisidor, arzobispo, compuesta por dos obras y la portada del Catecismo del Tercer Concilio Limense, la primera publicación de la imprenta en el Perú.
La primera de las dos obras que destaca el Museo es la pintura de un milagro de Toribio de Mogrovejo, arzobispo de Lima, haciendo aparecer un manantial de agua para que las aldeas indígenas salvaran sus cosechas. Probablemente provenga del desaparecido Colegio Mayor de San Salvador de Oviedo, que, siendo el único santo salido de sus aulas, promovió fiestas, obras y publicaciones para difundir su fama (y la del Colegio).
La segunda es un mármol del escultor Luis Salvador Carmona (Nava del Rey, Valladolid 1708 - 1767), rescatado de las ruinas del Colegio de San Salvador de Oviedo, que muestra a la Virgen María y a San Bernardo de Claraval convenciendo a Toribio de que continúe con sus estudios y no ingrese en el convento del Císter. El mismo impulsor de la orden contemplativa le presenta la beca estudiantil.
A través de las obras se explica la carrera de un hijo de la nobleza local castellana que, a través de los estudios y de los contactos que realiza en la Universidad de Salamanca, entra en la administración real, es nombrado juez inquisidor en Granada y, sin ser sacerdote, es nombrado arzobispo de Lima, donde desarrolla una labor importante, como muestra la publicación de catecismo trilingüe (aymará, quechua y castellano) y la fundación del Seminario de Santo Toribio a imagen y semejanza de su colegio Mayor de Salamanca.
SÍNTESIS de la COMUNICACIÓN
El objetivo del presente estudio es analizar la misión episcopal reformadora de Santo Toribio Mogrovejo al calor de las reformas propuestas por los concilios y sínodos limenses, como fruto del decisivo Concilio de Trento. A través de los cánones conciliares, las cartas personales, las primeras biografías y los testimonios del proceso de beatificación de Santo Toribio, puede pergeñarse su misión renovadora con el fin de forjar lo que el propio Mogrovejo calificó –consciente de la novedad y trascendencia de su contenido- como "nueva cristiandad de las Indias". Su talante pastoral reformista queda patente en su vida ejemplar, así como en la convocatoria y celebración de los concilios y sínodos, así como en sus visitas pastorales y la puesta en marcha de iniciativas netamente reformistas como el seminario conciliar "Santo Toribio", el impulso de la imprenta y publicaciones catequéticas, así como la promoción de un desarrollo integral en los nativos y una permanente evangelización hacia todos sus fieles.
1. Santo Padre de la Iglesia de América
2. La Santa Madre Iglesia
3. La referencia del Concilio de Trento en 8 testigos
1. Doctor Fernando de Guzmán,
2. Lic. Francisco Rodríguez Santos
3. Br. Francisco Clavijo
4. Fr. Francisco de la Serna,
5. P. Fr. Gaspar de la Torre
6. Maestro Fr. Gabriel de Zárate, provincial de OP,
7. Don Luis de Córdoba y Figueroa
8. Maestro P. Fr. Hernando de Quirós, OP,
4. Figuras de la Iglesia: Madre, congregación, viña, gremio, plantación
a. Madre.
b. Viña y plantación
c. Gremio
d. Grey
e. Templo.
5. La Nueva Cristiandad de las Indias como la Primitiva
6. Una Iglesia en comunión y libre
7. Vida ejemplar conforme al Evangelio
8. La nada fácil reforma de los religiosos
9. Fidelidad a la misión de la Iglesia: conversión de almas y ejemplaridad en los oficios
10. Conclusión: La apetecida Reforma del Pastor
Acerca de su talante reformador, es ilustrativa la carta de 30 de abril de 1602, desde Lima, al Rey, a propósito del "buen tratamiento que debe darse a los naturales" concluye: "Bendito Dios, el clero está muy reformado y hay poco o nada que corregir cerca de lo susodicho que no me ha dado poco contentamiento y si algunos excesos hubiere de adelante se acudirá al remedio de ellos".
Quien fuese primer rector del Seminario de Lima y cuatro veces rector de la Universidad de San Marcos, Doctor Fernando de Guzmán, declarará en el proceso de 5.VII.1630, "que sabe y vio este testigo y entendió que el dicho arzobispo fue insigne en letras y saberes como tiene referido, llevó la beca del dicho colegio de san Salvador de Oviedo en Salamanca y era hombre que consultaba cosas muy delicadas del Santo Concilio de Trento a la Sede Apostólica y en esta ciudad los hombres graves y doctos que en ella había y se echó de ver en la celebración del concilio provincial del año de 83 aprobado por Su Santidad y mandado ejecutar y guardar por el Rey don Felipe II de buena memoria"
0 comentarios:
Publicar un comentario