TORIBIO DE MOGROVEJO (1538-1606), 23 DE MARZO
Un brillante jurista seglar, sin más que la simple tonsura, eso fue durante toda la primera parte de su vida. Debió nacer en Mayorga, Valladolid, estudió en Valladolid, Salamanca y Coímbra, fue profesor en esta última universidad y se graduó en ambos derechos en Salamanca. En 1575 se le nombró para un cargo muy delicado, el de presidente de la Inquisición granadina.
¿Cómo se le ocurrió a Felipe II pensar en este hombre que no era sacerdote para arzobispo de Lima? Santo Toribio dudó mucho antes de aceptar, pero al fin recibe las órdenes, se le consagra obispo en Sevilla y en 1581 llega al Perú, donde tiene una diócesis tan grande como un reino de Europa, con caminos impracticables, indios indóciles y españoles acostumbrados a la ley de su capricho y su conveniencia.
A todo remediará el santo, que lleva la fe cristiana y el orden de Trento a aquellas lejanas tierras. Recorre una y otra vez el Perú, aprende varias lenguas indígenas para poder predicar en ellas, reúne trece sínodos diocesanos, publica un catecismo, funda el primer seminario de América, se enfrenta con los privilegios abusivos de las grandes órdenes religiosas y con el absolutismo del virreinato.
El Narigudo, como le llamaban los indios por su prominente nariz, derrocha caridad, inteligencia y vigor, fulmina excomuniones en caso necesario, se expone a los mayores peligros, alienta la espiritualidad de santa Rosa de Lima, y la muerte le sorprende en el curso de uno de sus numerosos viajes, en Saña Grande, donde se hace cantar por un misionero, al son de un arpa, el salmo "In te, Domini speravi"
(Carlos Pujol, "La Casa de los Santos. Un santo para cada día del año". ACdP, CEU, Madrid, 2022, p.109
Se reedita la popular obra de Carlos Pujol 'La casa de los santos. Un santo para cada día del año'
El autor
Carlos Pujol (1936–2012), frecuentó casi todos los oficios del mundo de las letras, y todos de forma sobresaliente. Doctor en Letras, alumno de Martín de Riquer (le dirigió su tesis sobre Ezra Pound), fue profesor de literatura en la Universidad de Barcelona.
Como escritor tiene una fecunda y sólida obra que abarca prácticamente todos los géneros. Cuenta también con un centenar de traducciones del inglés, francés, italiano o catalán, entre las que se encuentran Henry james (el que más quebraderos de cabeza le trajo, según el mismo Pujol), John Donne, Ronsard, G.M. Hopkins, Emily Dickinson, Baudelaire, Verlaine, Defoe, Jane Austen, Stendhal, Proust o Simenon, entre otros.
También fue importante su labor editorial como asesor literario de Planeta y miembro permanente del jurado del premio de la misma casa, y como crítico literario en distintos medios como El País, La Vanguardia, El Sol o ABC.
Casado con la pintora Marta Lagarriga, y padre de una numerosa familia, todos aquellos que le trataron y conocieron, coinciden en afirmar su sabiduría, afabilidad y bondad.
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